miércoles, 23 de febrero de 2011

LAS MANOS DEL TIEMPO, poemario de Delia Rengifo























POLVO DEL CAMINO

Soy de barro, fui tejida con hilos de arena
que transportó la brisa del desierto más allá de la noche,
por eso, llevo en mi memoria el signo eterno de la tierra.

Tengo la piel hecha de fuego,
con vetas de silencio, luna y leños de madera,
que la noche azul fue incrustando en mis costados,
por eso, llevo los restos de una llama en cada una de mis manos.

Tengo el alma hecha de agua,
que se desliza entre el silencio de las piedras,
transportando sueños, utopías, soledades y esperanzas,
por eso, voy como los ríos,
buscando caminos que conducen a la mar.

Soy hija del campo,
ausencia, soledad silvestre,
y estrella fugaz de la ciudad.

Soy la permanencia de la tierra,
soy de barro,
y el día del olvido
volveré a la arena del desierto
y seré por siempre polvo del camino.

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